Uno de los materiales más empleados es el aluminio,
debido a sus propiedades antioxidantes y a su
resistencia al paso de los años. Las ventanas de
aluminio son ligeras y prácticas y generan ambientes de
gran 'relax' y tranquilidad. Su precio es el más
asequible del mercado.
Otra opción son las ventanas de madera, que siguen
siendo las de mayor aceptación, debido a su elegancia.
En cambio, se trata de un material que requiere mucho
mantenimiento ya que tiene muy poca tolerancia a las
inclemencias del clima, con lo que estas ventanas se han
visto relegadas a los lugares interiores de las
viviendas.
El acero, por su parte, es un material fuerte y seguro.
Se puede encontrar de dos tipos: acero inoxidable
-pesado y poco resistente a la humedad, con lo que no
suele emplearse en el sector residencial- y acero
esmaltado -sencillo y económico, más usado en las
viviendas.
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